Hoy he estado paseando por el Barranco de Los Cernícalos. A veces, nos olvidamos de lo necesario que es pasar un rato a solas para poder reflexionar, y poner en calma pensamientos e inquietudes.
En fin, que como últimamente me siento un poco gris, he decidido salir a la naturaleza para que me llenara con sus sonidos y su belleza, y aunque lo que el ojo ve y el corazón siente, la cámara no es capaz de reflejarlo de la misma forma, aquí pongo algunas fotos de pequeños rincones que me he ido encontrando.
A mi lado, una compañera que me permite estar sola sin estarlo… Gracias Molly por acompañarme.