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martes, 21 de julio de 2009

Asignatura pendiente



Me considero una persona bastante observadora. En mi trabajo tengo la oportunidad de observar a mucha gente a lo largo del día. Hoy me siento en la necesidad de compartir algo que, desde hace tiempo me estruja el corazón de alguna manera. Supongo que es un cúmulo de cosas y será cuestión de ir sacándolas una a una.

Anoche no podía dormir dándole vueltas a algo que vengo observando todos los días. No quiero alargarme explicando las rutinas que se siguen en mi trabajo, pero como en todos hay muchas y de vital importancia para los usuarios. Yo soy auxiliar clínico en una residencia de personas mayores en un avanzado estado de deterioro.

Pero quizás, la diferencia para ellos sea la forma de llevarlas a cabo. Donde yo trabajo hay mucho personal joven, que acaba de terminar de estudiar y entran a trabajar en su primer empleo. Me doy cuenta que la gran mayoría son correctos en la ejecución de los procedimientos, el aseo…. Pero casi ninguno de ellos comunica con las personas, esas personas que por su degeneración vital han llegado a ese punto en ese estado.

Veo como cada día los aparcan junto al ascensor o en pasillos para poder ir a por otro, y luego a por otro y así hasta que trasladas al número de usuarios que te corresponde. Pero en ningún momento hablan con ellos o se dirigen a ellos, simplemente los mueven como muebles de un lugar a otro, según lo que toque a esa hora.

Son tan diferentes las generaciones que se unen en ese trabajo, usuarios nacidos en el año 30 aproximadamente, que por sus demencias no viven en esta época sino en la que dejaron, y los trabajadores nacidos en el 90.

Ayer concretamente fui espectadora de una situación que me conmovió, estábamos esperando el ascensor para poder subirlos al comedor que esta en la primera planta del centro, allí había dos auxiliares que tendrían aproximadamente 19 años, dos chicas, hablaban del fin de semana, de lo que habían hecho, lo propio. Entre ellas una silla de ruedas con una mujer, que yo conozco de otro centro donde estuve anteriormente trabajando, ella las miraba y hacia gestos con la mano, como llamando su atención, los auxiliares se daban cuenta, pero no le hacían caso ninguno. Una le decía a la otra, - …no hagas ni caso siempre esta así y luego no quiere nada, es mejor desconectar porque te vuelven loca… - Hablaban junto a ella como si no escuchara, como si no se enterara, como si no estuviera ahí.

Esto se puede hacer de otra forma……….

Yo me pregunto, cuando te examinan para este tipo de trabajos, a parte de conocer la ejecución de los procedimientos, no debería haber algo mas, no tendrían que enseñar a esta generación que también son personas y no muebles y que a veces lo único que buscan en esos centros fríos es un poco de calor y de cariño?

8 comentarios:

Tantaria dijo...

Pues sí, en esos mundos falta un poco de humanidad. Bueno, qué leches, ¡en todos los mundos!

Calvin dijo...

Lo vivirás cada día, pero hay un comic novela que refleja bastante bien, el mundo de las residencias de ancianos desde el punto de vista de uno de sus "usuarios": "Arrugas".

Ico dijo...

La verdad es que una cosa es aprender las materias y otra es tener sensibilidad y humanidad para trabajar con gente.

sempiterna dijo...

Sí, no hablamos de formación. Esa irá cambiando según los tiempos que vivamos, y se adaptarán, pero las personas no van a mejor.

A mí me preocupa mucho al hilo de determinadas noticias de estos días de cosas bárbaras que hacen niños de 13 y 15 años. Sé que no se puede generalizar, ni lo pretendo, pero me parece que se está perdiendo cierta humanidad o cierto interés por los demás (y no en todos los casos, insisto). Algo estamos haciendo mal en esta sociedad. Y bueno, esos son nuestros futuros médicos, abogados, arquitectos...

Aljole dijo...

La eterna búsqueda de la empatía.

Saludos.

Alí Reyes dijo...

La formación se consigue en la Universidad, pero hay cosas que no se encuentran allí, sino en la experiencia de cada día y en los valores. Y ¡Cómo hacen faltan éstos!
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¡Tara!...Ese sonoro nombre me trae los recuerdos del libro de Margaret Mitclell ¿Te lo pusistes por eso?

TARA dijo...

Al Reyes: Lo cierto es que "Tara", lo escogi mas bien por ser el poblado prehispanico en telde que se llamba Tara. Donde se encontro el idolo de Tara, que esta relacionado con el culto a la fertilidad de los antiguos pobladores de Gran Canaria. Y es por el poblado por lo que se le puso ese nombre.

Aunque la idea de la tierra de Tara en lo que el viento se llevo, con toda esa historia al rededor, me gusta también.

Calvin: He tomado nota del comic de "Arrugas", no lo conocia, y aprovechado una visita relampago que he hecho a Madrid lo he comprado. Ya lo he leido, es cierto que lo refleja muy bien. Me ha encantado. Gracias

Calvin dijo...

Me alegra que te gustara.
Un saludo.