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jueves, 27 de agosto de 2009

¿Has salido del armario?



Creía que si....

Cuando estaba en mi anterior trabajo mi pareja estaba embarazada. Recuerdo que fueron momentos muy felices, de muchas ilusiones y proyectos. Estábamos recién casadas. Nos casamos sabiendo la noticia, aunque no fue ese el motivo de la boda, eso ya estaba decidido y preparado mucho antes.

Después de dos meses y medio, en la segunda o tercera eco el latido del niño seguía sin escucharse, así que nos dijeron que seguramente era un aborto natural, quizás porque el feto no se había formado correctamente… Nos dieron cita para practicarle el legrado. Recuerdo que pedí permiso en el trabajo para ese día por motivos personales. Me hicieron el justificante necesario para mi trabajo. Yo me incorpore al día siguiente y algo en mi interior hizo demorar la entrega del justificante para evitar dar explicaciones. Inevitablemente a los tres días me lo pidieron. Ese día tenía turno de tarde, cuando entre a las 14:45 pase primero por administración y entregue el justificante y expuse los motivos. Ya que en él, aparecía el nombre de mi pareja. He de decir que tres días antes me habían llamado de dirección y convocaron una reunión con el resto de auxiliares. Allí cayeron broncas y alabanzas para unos y otros. A mi en concreto me tocaron felicitaciones y servia en boca de mi director de ejemplo para el resto de compañeros, incluso me hicieron las fotos para la Web de la empresa.
Pues bien, yo entregué mi justificante, di las explicaciones oportunas y me incorpore a mi turno. Cuando termine a las diez de la noche vinieron a buscarme para que fuera a ver al director, me extraño, él nunca estaba a esas horas. Bajé y me comunicó que me echaba de la empresa. Ante mi sorpresa le pregunte los motivos y solamente me dijo que no le gustaba mi actitud y que no le gustaba lo que pasaba en los turnos de noche. Yo solo hice cuatro nocturnos en tres meses, por lo que no entendía nada.

Me marche de la empresa fatal, disgustada, preocupada por nuestra situación económica, y pensando cuales eran los motivos. Qué había pasado desde el día anterior cuando me felicitaron hasta ese momento… solo el justificante.

Mes y medio después encontré otro trabajo, mi trabajo actual. Cuando empecé a congeniar con los nuevos compañeros, empezaron las preguntas personales típicas, entonces se apodero de mí un miedo a perder otro trabajo, y sin saber ni como ni de que forma, mi mujer se había convertido en mi marido, y yo volvía atrás como los cangrejos en algo que me había llevado mucho tiempo y sesiones con la psicóloga.

La bola ha ido creciendo hasta hoy. Y casualmente esta mañana he ido hacer mi ruta como todos los días, el compañero de la cruz roja ha saludado a una mujer antes de subir al micro. Él y yo nos llevamos bien, y hablamos bastante durante los trayectos, es el chófer de la guagua, nos contamos cosas personales y de otro tipo. Hablamos de todo. Pues bien, al subir me ha comentado que la mujer que ha saludado era la hermana de su madre, me ha contado que trabajó durante muchos años vendiendo en un puesto de mercado artesanal en el sur, y después me ha comentado que era gay, que estaba viviendo desde hacia muchos años con una prima suya. Yo sorprendida y divertida a la vez, le he dicho, “vaya con tu prima!!”, el ha comentado, que era prima de su padre, que no se tocaban nada, salvo lo que se tocaban y ha sonreído cariñosamente. De repente yo he empezado a sentirme ridícula y absurda en mi mentira. El ha seguido hablándome de la muchísima gente en su familia que es gay, sobre todo mujeres me decía. Mi sentimiento de estupidez y ridículo aumentaba por segundos. De pronto me pregunta, tú te imaginas lo que tiene que sentir y haber sentido toda esa gente durante años ocultando sentimientos hacia otras personas y viviendo en una mentira….? No sabia que decir, me sentía tan absurda y a la vez sentía tanta vergüenza de la gran tontería que estaba haciendo que me ha quedado grande comentarle mi ridícula situación, viviendo yo esa mentira en estos momentos.

He llegado a casa con mal sabor del alma, y se lo he contado a mi pareja, necesitaba en el fondo que alguien me dijera que no era tan ridículo y absurdo lo que estoy haciendo desde hace meses. Cuando yo creía que todo eso lo tenia superado. Y ahora, como excusa me ha servido un mal despido. Y yo me planteo, habrá sido lo que ocurrió en la empresa anterior tan fuerte que me haya hecho retroceder de tal manera como para volver a ocultar mi vida como si fuera algo malo…….

Que mal me siento.



18 comentarios:

sempiterna dijo...

Bueno, no estés mal. Piensa que lo de esta vez ha sido un poco defensivo tal vez. No te castigues. No es ir hacia atrás ni nada, han sido las circunstancias. Un beso de ánimo.

Ico dijo...

Dificil decisión.. muy íntima.. creo que no existe una forma de normalizarlo más que haciéndolo público pero ... hay tantas veces que se hace difícil... en mi experiencia laboral a veces lo he dicho y me he sentido genial, otras me he callado y un sentimiento de culpa hacía mi misma me ha embargado....Perp cada vez salgo más del ropero, eso sí que es cierto.

dintel dijo...

Prefiero no mentir. Así, que suelo estar fuera del armario. Pero por otro lado, mi vida es mía y no tengo porqué explicarla.

Anónimo dijo...

Coincido con Ico, difícil decisión que se ha de respetar. Y no te sientas mal, es tu decisión.
Besos, Nefer.

María dijo...

Creo que el despido ha sido totalmente decisorio... Tendrás que sopesar si te compensa sufrir interiormente o decirlo. Es algo tuyo.

Maga h dijo...

Hola Tara!
Un placer venirme hasta acá, leerte.
Un buen texto y con el valor agregado de dejarnos pensando.

Un abrazo

Te sigo

MAGAH

Candela dijo...

Tara, quizás lo que habría que hacer sin dudarlo sería denunciar ese tipo de despidos. El tuyo fue calcado al de un amigo mío. No suele hablar de su vida pero no tiene pelos en la lengua para contar que es gay. Después de meses de trabajo y felicitaciones un día, en una charla informal con los directivos, dijo que era gay (y no tenía ni siquiera pareja entonces). Una semana después lo despidieron por 'mal comportamiento'. Se fue sabiendo cuál era su mal comportamiento pero no movió un dedo contra la empresa (un hotel). Decía que sería sólo complicarse la vida para no conseguir nada. Seguro que tiene razón pero pienso que es lo que habría que hacer: denunciarlo. La homofobia es inconstitucional.

Anca Balaj dijo...

No sé lo que yo haría en esta situación, mi sexualidad es de las pocas cosas que entra en el molde correspondiente que se ha definido como adecuado, así que no me he visto en posición de decidir si la defiendo a capa y espada o si miento por sobrevivir o qué leches hago. En todo caso, sé que no eres tú quien debe sentrise mal por mentir, sino la sociedad que ha hecho que tengas que hacerlo.
No sé si yo denunciaría, pero desde luego es lo que habría que hacer. Callar sólo favorece que otras personas que vengan derás de ti tengan que esconderse también. Cuando todas las empresas que discriminan se lleven una penalización (cuanto más gordita, mejor), dejarán de hacerlo. Supongo que nadie les volverá más respetuosos con las posturas que no comparten, pero al menos no tendrás que pagar tú su idiotez.

Jo, y yo que creía que estas cosas ya no pasaban...

Lena de mar dijo...

Hola Tara,
creo que estás en un dilema... porque decirlo te ha supuesto una consecuencia desventajosa económicamente (perder tu empleo), pero no decirlo te está generando dudas, ansiedad y malestar contigo misma. Piensa que es un proceso, no tengas prisa... trabájatelo a nivel personal (o con ayuda profesional), ten en cuenta la opinión de tu pareja y decide en consecuencia. No puedes negarte a tí misma. Nadie es feliz viviendo escondida o angustiada. No hay nada mejor como sentirse libre y orgullosa de ser como eres.
Los casos de lesbofobia laboral son denunciables, aunque comprendo que en estos momentos tu prioridad no sea denunciar.
Actúa de forma natural... todo fluirá mejor.

Tranquila, tú eres más importante que cualquier otra cosa.

Te mando un abrazo lleno de ánimos y alegría

without dijo...

El armario es algo relativo,ya que cada uno tiene su peculiar jaula de oro sea homosexual o no.

Un abrazo

Pena Mexicana dijo...

Hola Tara, no te sientas mal. Cada persona tiene su propio proceso para aceptarse y perdonarse y con esto no me quiero referir únicamente a la sexualidad sino a todo lo que somos. Hay quien se demora años antes de aceptar sus piernas flacas (por ejemplo) y se pasa muchos años de su vida cubriéndolas... ¿que cuando las acepta y las muestra se siente mejor? pues si, más libre... la cosa es que nadie tiene derecho a apresurarlo ni a obligarlo a aceptarlas. Lo mismo pasa con nuestra condición como lesbianas. Cada una la hace pública cuando está lista para ello y eso es tan personal que el tiempo que demores no te hace ni mejor ni peor persona. Simplemente eres tú misma. Si sientes que la terapia te ayuda a vivir más feliz, adelante. Al final de eso se trata todo, de ser feliz :)

Tantaria dijo...

No has de sentirte mal, es perfectamente normal que actúes así habiendo sufrido ya un despido. La gente en los trabajos es muy competitiva y cotilla, motivo por el cual he hecho reformas en casa y he mejorado mis armarios empotrados. ¡Un abrazo fuerte!

maslama dijo...

hola guapa;
no seas demasiado dura contigo misma.. el límite entre no dar explicaciones y ocultar a veces es extremadamente sutil, y tantas otras cosas ocultamos en nuestra vida cotidiana..

besos,

yo misma dijo...

No le des muchas vueltas, tara, yo tengo una vida absolutamente transparente en mi entorno, soy muy feliz, pero en cuanto al laboral para qué darles pistas, simplemente he decidido omitir mi situación personal, porque si se aburren no me apetece darles tema de conversación, y créeme, se aburren mucho. Sí, lo ideal sería vivir por encima de todo eso, pero no siempre es tan fácil, hay ocasiones en que el precio se paga alto y no es delito intentar eludirlo.
Un abrazo.

Sheila dijo...

Hola Tara. Díficil situación en la que te encuentras, la cual comprendo perfectamente. Talvez sientes que te has traicionado a ti misma, y al amor de tu pareja, al tener que callarte lo que realmente eres o sientes.

luz dijo...

Creo que tu actitud es muy humana. Deja que te conozcan y entonces no les importará tu condición sexual. Y ánimo, no te tortures que tú sigues siendo la misma

Saludos

Anónimo dijo...

El derecho a la intimidad es constitucional, efectivamente, y puedes ejercerlo como mejor te plazca. Unas veces lo gritarás orgullosa y otras te callas como una muerta, ¿por qué?.- por supervivencia. Las fobias siempre existirán.
Así pues, ni culpas ni penas...vive y en paz.

Museo de la Luna dijo...

Yo con respecto a esto tengo mi filosofía también, mi opinión personal que envuelvo en apariencia de experiencia y expreso como si en verdad fuera sabio y tuviera las cosas claras. Podría resumirse diciendo: MIAU.